martes, 1 de marzo de 2011

Si pusiéramos huevos...

¿Alguna vez se han puesto a pensar como hubieran sido nuestras vidas si hubiéramos puesto huevos en lugar de cargar a los bebés en nuestras barrigas? 

Esto es lo que yo imagino:

1.- Pondriamos un huevo como el del tamaño de los huevos de gallina y crecería fuera de nuestro cuerpo mientras lo empollamos.  Lo ponemos inmediatamente después de que se forma, sin intervenciones médicas, con lo que te ahorras el ginecólogo y pasas de frente al pediatra especialista en huevos. Esta premisa es básica porque si se tratara de un huevo de avestruz, eso podría complicarnos la vida bastante mas que el parto.

2.- Si bien el huevo sería del tamaño de un huevo de gallina, debe tener la fortaleza de un huevo de avestruz.  Básico, porque imagínate con esta vida tan ajetreada, la cantidad de abortos involuntarios que se producirían porque se te cayó el huevo y se rompió, o alguien aplastó tu cartera donde lo habías puesto.  Eso traería mucho sufrimiento y de eso no se trata definitivamente.

3.- Sería trasladable de un lado a otro, con lo cual podríamos ir perfectamente con nuestro huevo a trabajar y empollarlo mientras estás en la oficina.  Debe tener la capacidad de estar algunos momentos sin ser empollados para que nos permita asistir a reuniones.  Claro, podría ser común que las mujeres vayamos a las reuniones con nuestros huevos y los empollemos mientras discutimos temas trascendentales.  También cabe la posibilidad que le encargues a tu secretaria o a alguien de confianza que trabaje contigo que lo empolle mientras estás fuera.  Esto sería indispensable para mis amigas dentistas, que no tendrían forma de empollar su huevo mientras curan una caries.  A lo mejor necesitarían una asistente adicional que lo empolle...

4.- Los hombres también deberían tener la capacidad de empollarlo.  Esto es básico, porque si sabemos que tendremos un día ajetreado en el trabajo, entonces le decimos al esposo: "Amor, me harías el favor de llevarte nuestro huevo el día de hoy?  Necesito que tú lo empolles porque voy a estar ocupadísima hoy día".  Además esto funcionaría mejor, por las horas que los hombres pasan frente al televisor, les colocamos el huevo en el sofá preferido disimuladamente y nos podemos ir tranquilas y sin contratiempos de shopping y a la peluquería.

5.- No tendríamos que abstenernos de tomar café, coca cola o alcohol.  No habría ningún problema con ello.  El bebé se estaría formando en su huevo tranquilito.

6.- El tiempo de empollamiento debería ser menor que el de un embarazo de 9 meses, no creen?  si pues, porque en realidad no lo podemos alimentar... salvo que a estos huevos humanos se las pueda inyectar vitaminas, sueros y demás cosas que lo hagan crecer mas rápido.

7.- No se nos hincharían los pies por retención de líquidos ni nos daría calambres de madrugada.  Eso si.  Tendríamos buenos bíceps, porque en determinado momento, nuestros huevos estarían muy pesados y bueno, tendríamos que estarlos cargando de aquí para allá.  Sería muy importante que la naturaleza te dote de esa fortaleza inmediatamente pones el huevo, porque sino, yo estaría arruinada.  No tengo nada de fuerza.  Mi mami siempre me dice:  Tremendos jamones por las puras.  Y es que no puedo ni abrir una bebida gaseosa sin ayuda!

8.- Es muy importante conservar la sensación de las pataditas.  Claro, debo confesar que la sensación maravillosa que una tiene cuando el bebé te patea dentro de tu vientre se perdería, pero bueno, nada es perfecto no?  Al menos estaríamos parejos con el esposo que tiene que andar pegando la oreja a nuestra barriga para que lo pateen.  Ambos padres, de la mano y muy románticos, pegaríamos nuestra cara a nuestro querido huevo y sentiríamos las pataditas de nuestro bebé.

9.- Considero que sería muy importante etiquetar el huevo o marcarlo con plumón indeleble.  De hecho el riesgo de que se confundan los huevos y termines empollando el huevo de otro es mas alto que los cambios que por negligencia se pueden dar en un hospital.

10.- También es importante mantenerlo lejos de la cocina.  Sería terrible que te lo preparen en el desayuno!  Ese sería un trauma con el que nadie en la familia podría vivir.  Peor que los uruguayos éstos que se comieron a sus amigos en los Andes para poder sobrevivir.  Que el huevo no entre a la cocina.

No se que me pasa... creo que me estoy volviendo loca...

2 comentarios:

  1. jajajjajjjaj se´podria escoger que seria machito o hembrita

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  2. No creo que te estés volviendo loca. Creo que te ha afectado el síndrome del nido vacío, con el primer día de clase de colegio de tus niñas.
    Lo de nido es absolutamente adrede, ja, ja.

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