lunes, 24 de octubre de 2011

Reencuentro de Emociones

¡Pasó el gran día!  Aquel que empezamos a planear hace muuuchos meses, 4 entusiastas viejos amigos del colegio.  Celebrar que hace 25 años salimos del colegio.

Cuando empezamos a trabajar en conjunto esta celebración, le metimos una dinámica interesante.  Mil propuestas, mil ideas, mil especulaciones, mil opciones, todas con el único propósito de reunirnos y celebrar tan importante hito.  Haber sobrevivido en esta jungla que es la vida, después de haber salido cachorritos a los 16 ó 17 años de un colegio que nos dictó y sentó las bases para ser personas de éxito.

El proceso fue divertido por supuesto, sin embargo fue agotador y frustrante en determinado momento.  Entre nosotros mismos nos dimos ánimos para evitar que cayéramos rendidos en el proceso.  La falta de respuesta inmediata no nos permitía planificar, teníamos que en algunos casos insistir por una respuesta, como si fuéramos un grupo de vendedores de productos exóticos en los que nadie cree.  Pero la fuerza en conjunto y equilibrada de los 4, finalmente prosperó y con todos los baches en el camino y un último e intenso mes, logramos nuestro propósito:  ESTAR JUNTOS!

Y la verdad, modestia aparte por el rol que me tocó desempeñar en este proceso de organización, considero que la reunión fue un éxito.  75 personas anotadas y 73 presentes.  Todos felices, todos entusiasmados, todos con muchas ansias de divertirnos y de compartir.

Es muy gracioso pero particularmente para mi, éste ha sido un reencuentro de emociones.  No tengo claro el perfil profesional de mis compañeros de colegio presentes.  No tengo claro si tienen trabajo dependiente, independiente, si no trabajan, si son amas o amos de casa, si son exitosos o no.  No me importa.  Lo lindo de este momento es que uno va con un "mood" distinto al que vas a un cocktail de trabajo por ejemplo.  Aquí nadie fue a generar relaciones que nos trajeran algún beneficio futuro.  Aquí todos y cada uno de los presentes, fuímos a recargar nuestro espíritu de energías y buena vibra.  El cariño, la alegría del encuentro, la podías tocar en el ambiente.  La sonrisa desbordaba nuestras caras.  No podíamos parar de abrazarnos.  Me atrevo a decir que he conversado poco con cada uno.  Pero que he abrazado y besuqueado a todos y cada uno de los presentes.  Que he bailado frenéticamente, abrazada en grupo, a punto de salir centrífugada con la intensidad de las vueltas. 

En fin, puedo decir que he llenado mi alma de aquel cariño antiguo de hace 25 años que andaba desperdigado por la vida.  Que lo he recuperado todo en un instante, lo he capturado, le he dado forma y lo he colocado a salvo en un rinconcito de mi corazón.  Y éstas son las cosas que suceden con los amigos de la infancia.  Aquellos con los que has compartido años vitales en tu crecimiento.  Con quienes pudiste tener o no una relación cercana, a lo mejor una relación de conflicto, a lo mejor no nos podíamos relacionar por timidez o a lo mejor nos relacionábamos muy bien, a lo mejor teníamos un grupo cercano y aquel con el que se marcaban las distancias... pero todo eso se borra 25 años después.  Solo quieres tener ahí presente saltando a tu lado, a aquella persona que sabes que fue parte en algún momento de la XIII promoción del Colegio Maria Reina.

Amigos queridos, amigos de la infancia, ya saben donde los coloqué el sábado.  En 5 años mas los desempaquetó, los libero, los rearmo y los vuelvo a meter en ese rincón de mi corazón que siempre está reservado para ustedes.  Celebremos juntos los 30 años.

Saludos a Michael Jackson...

lunes, 10 de octubre de 2011

Cuando podré dormir en paz

Queridos amigos, hoy vengo a contarles que he fracasado.  No he logrado, por mas que lo he tratado de mil maneras, que mis hijas entiendan que cada uno, gracias a Dios, tiene su propia cama, donde puede dormir cómodamente sin perturbar a nadie ni que te perturben. 

Me la paso durmiendo en manada como lobos con sus crías, todos revolcados en una misma cama (que gracias a Dios es king), en una mezcla enrevesada de sábanas, plumones, pies, manos, cabezas, pelos de distintos colores, todos unos con los otros, incomodándonos, sin capacidad de movernos sin una previa coordinación, recibiendo puñetes, manazos en la cara, pies empujando tu espalda, toses encima tuyo y largos etcéteras.

Como siempre he procurado hacer con la crianza de mis hijas, me he informado sobre las inconveniencias de dormir en manada (aparte de las expresadas líneas arriba, claro está) y una psicóloga muy recomendable, entre varias cosas, me comentó que el momento del sueño para los niños es un momento crucial en su desarrollo emocional, porque ellos trabajan en vencer sus temores hasta quedarse dormidos.  El hacer que los niños concilien el sueño en la cama de sus papás, hace que eviten ese proceso necesario para su madurez emocional.  Ah, me dije, entonces no importa si concilian el sueño en su cama y luego se pasan a la nuestra.  Y con esta brillante conclusión, que no fue contrastada con la psicológa, llevó lidiando por meses (o años?)

Tengo que aceptar que cuando solo se pasa una hija, el dormir juntitos es súper rico.  Siempre tienen las patitas calentitas.  Te ponen una sonrisa tan maravillosa una vez que se acomodaron al centro de tu cama, que sientes que es capaz de derretir el polo norte entero. Aprovechas todos esos instantes en que no puedes estar con ella, para abrazarla, besarla, pasar la mano por su pelo y decirle cuanto la amas.  Es que creo que no existe figura mas tierna que un niño dormido.

Hasta aquí todo suena hermoso.  Pero sólo es una parte de la historia, la bonita.  El problema es que una vez que estos hermosos mounstritos se instalan en tu cama, se posesionan plenamente de ella, se sienten con derecho total sobre ese pedazo de cama, tanto, que reclaman almohadas, te dicen un poco molestas que están con calor y que no quieren tanto abrigo o te dicen que te estás jalando todo el cubrecama y ellas no están cómodas.   Las invitadas mas frescas de la historia. 

Y lo peor de todo es que no vienen solas.  Cargan diversidad de peluches, de distintos tamaños y texturas y la almohadita favorita (que por supuesto huele horroroso).  Entonces terminamos siendo mas de 4 en la cama.  Mas de una vez me he despertado en la oscuridad y me he topado con unos ojos inmensos de plástico de la mantarraya (el peluche preferido de Lara) mirándome fijamente cual película de terror y me ha hecho pegar un brinco hasta el techo.

Pero creo que estoy un poco desordenada.  Vamos a ver si logro cierta estructura en esta historia.  Veamos.

- Etapa 1:  Primera bebé, padres inexpertos
Aplicada yo, leí el libro "Duérmete Niño" que me regaló una querida amiga, donde daban mil recomendaciones sobre como hacer dormir a los niños.  Las empecé a seguir al pie de la letra:  Que no duerman en brazos, hacerles una rutina, ponerlas en su cuna, poner un muñeco (siempre el mismo), darle un besito, apagar la luz o dejarla tenue y decirle hasta mañana y que duerma sola.   Oh que maravilloso sería si eso funcionara.  Duró aproximadamente 5 días.  Luego Arturo llegaba de la oficina con ansias de hija, la levantaba de la cuna, la paseaba por toda la casa hasta que se dormía y la colocaba en su cunita.  Resultado:  Duérmete niño a la basura, Arturo con dolor de brazos, niña nunca mas durmió sola.

- Etapa 2: Segunda bebé en camino, primera bebé pesa mucho para pasearla
¿Ahora qué hacemos?  mejor la ponemos en nuestra cama hasta que se duerma y de ahí la pasamos.  La bebé al medio, Arturo de un lado de la cama, yo del otro. Un juguetito, masajitos en los pies, risitas, besuqueos, leche en biberón, hasta que cierra sus ojitos.  Ha pasado como hora y media.  ¿Se durmió?  Si shhh creo que si... ¿La pasamos?  déjala que consolide el sueño.  media hora mas sin poder ver TV.  ¿Ahora si?  creo que si.  Cárgala tú.  ya.  Despacito, shss, que no suenen tus pisadas, no te tropieces con nada, ponla despacito en la cuna que no se vaya a despertar.... 
Resultado:  ya no veíamos noticias, el proceso se volvió largo y tedioso. Muchas veces la poníamos en la cuna y abría los ojazos y de nuevo jodidos

- Etapa 3: Primera bebé de 1 año 4 meses se sigue despertando de noche, Segunda bebe ya nació
Bueno, la segunda bebé tiene que estar en el cuarto para darle de lactar. Primera bebé ya duerme directo en su cuna, pero te queda la mano adormecida que te la tiene atrapada a través de la reja de la cuna hasta que se duerme profundamente.  Hay que salir gateando del cuarto para que no se despierte.  ¿Porqué sigue tomando leche de madrugada?  Mi marido bravucón pretende que la deje llorar cuando se despierta.  No hay ninguna posibilidad bajo causal de divorcio.
Resultado:  al menos 3 paradas de madrugada cuando la primera bebé se despierta por motivos diversos.  Trabajo en equipo cuando una parada coincide con segunda hija colgada de la teta.

-Etapa 4:  Las dos duermen en el mismo cuarto
¿Y ahora cómo hacemos?  la cama de un lado del cuarto y la cuna del otro.  Ya sé.  Mejor las dos de nuevo en la cama.  Felizmente cambiamos de Dos Plazas a King.  Dan vueltas, toman leche, una se duerme rápido la otra no.  Proceso de horas, tú pasa a una, yo paso a la otra.  Segunda hija duerme profundo, Primera bebé se sigue despertando de noche y ahora sí que hay que volar y sin hacer ruido para que la tonada del llanto no se intensifique y despierte a Segunda bebé. 
Resultado: Se intensifica el sentido del oído.  Aprendes a dormir en varias etapas.  Sueñas con el momento en que duerman toda la noche. Lo que sucedió cuando Primera hija cumplió 2 años.

- Etapa 5:  Pasaron cada una a su camita
Ahí vino la consulta a la psicóloga.  No pueden dormir de la mano de ninguno.  Ante las peleas generadas entre las hermanas, por la cama en la que me siento cada noche, la psicóloga recomendó, sillita al medio de las dos camas, leer un cuento, si necesitan lamparita prendida se la dejas.  Funcionó muy bien un buen tiempo hasta que una decidió aparecer cual duende en el dormitorio.
Resultado:  La felicidad dura poco

- Etapa 6: Empezamos a dormir en manada
Bueno ya que importa, que se pasen, con tal que nos dejen dormir, pero que concilien el sueño en su cama.  Chicas si se van a pasar no hagan ruido, se meten al medio despacito, si me despiertan las regreso a su cama.  Todo bastante bien hasta que una patada me despertaba en medio de la noche. 
Resultado:  La manada parcialmente feliz hasta que un día amanecí meada.

- Etapa 7:  Los meados son inaceptables
Niñas, ustedes tienen 5 y 7 años.  Están abusando de la facilidad que les dimos.  Ahora se pasan a diario no cuando tienen miedo.  Pero mamá tengo pesadillas todos los días.  Nunca te veo llorar de noche, yo lloraba con las pesadillas.  Mamá de verdad.  Voltéate cambia de canal y desaparece la pesadilla.  Ahora encima de recibirlas a diario en la cama, una se mea, me empapa a mi, empapa el colchón, tengo que limpiar niña, cambiar sábanas, secar colchón, todo de madrugada. Esto es inaceptable.  Cada una duerme en su cama y solo vienen a nuestra cama cuando las invitemos.
Resultado: mi pataleta funcionó.  Por un tiempito durmieron tranquilas y de corrido en sus camas.  Hasta que de nuevo empezó el desfile, ignoro porque razón, no se en que momento volvió a pasar y hoy retoza la manada toda junta de nuevo. 

Ayer me la quise dar de bravucona y no dejarlas pasarse a la cama, pero eso significó acudir al llamado de las dos en 4 oportunidades intercaladas, lo que me ha dejado totalmente destruida.  El padre duerme mejor que yo, hasta que a la quinta llamada le mandé un codazo y entendió que pasaba y decidió ir por el camino mas fácil y apareció con una en la cama.  A la media hora, desfiló la otra y sin argumentos, tuve que decirle pasa al medio y tápate.

¿Alguien me sugiere cual puede ser la Etapa 8?

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