jueves, 17 de noviembre de 2011

El proyecto de la maternidad...

Ser madre es el proyecto más difícil que decidí emprender hace más de 7 años. Y la historia comienza así.

Andaba yo felizmente casada y completamente enamorada de este personaje que es mi esposo, disfrutando de la vida, con grandes jornadas de cine, viajes por el mundo, reuniones infinitas, en fin, todo aquello que desea hacer una pareja recién casada, hasta que empezó a entrarme el bichito de la maternidad. 

Nunca he sido de esas mujeres que suspiraban cuando veían a un niño y morían por encargarse de los hijos de las amigas.  Tampoco había tenido la oportunidad de ver crecer muy cerca a mí a niñitos y enterarme todo lo que significan.  Pero de repente empezó el bichito y no hubo quien me pare. 

Mi esposo, quien proviene de una familia de 5 hermanos, donde él es el último, no era precisamente el más animado en el tema, pero su amor incondicional hacia mí lo hizo acceder a mis deseos y empezar con esta búsqueda del primer hijo.

Debo comentar que el estrés empezó desde el día que decidimos dejar de cuidarnos.  Por supuesto, resulto que yo no era precisamente una coneja y pasaban los meses (en realidad pasaron solo tres) y no quedaba embarazada.  Obsesiva como soy, decidí someterme a un chequeo general y someter a lo mismo a mi marido, para estar segura que no había algo por ahí que no funcionara bien.  Me hicieron miles de pruebas, incluso una, cuyo nombre no he podido olvidar, "histerosalpingografía".  Cuando me mandaron esta prueba le pregunté al doctor varias veces si estaba seguro que a esa prueba no tenía que ir mi esposo, pero el hecho es que es una prueba para verificar si tienes las trompas obstruídas.  Mandé a Arturo al pajarólogo, perdón, al urólogo, quien le mandó unos brebajes espantosos que en teoría pondrían mas rápidos a sus renacuajitos.  Y andábamos con el bendito calendario de ovulación. 

La verdad que la mejor forma de que el sexo deje de ser divertido es tratar de buscar hijos infructuosamente.  Les digo que perdí todo el romance y esto se convirtió en un proyecto cuya única meta era salir embarazada.  Las frases de "amor ya estás llegando a casa? estoy ovulando, tengo una hora y luego viene mi grupo de estudio" se volvieron frecuentes.  Y como no salía embarazada y estaba estudiando un diplomado, decidí dejar el estrés, terminar los estudios, viajar por Europa y luego hacer todo lo necesario, incluida inseminación artificial, fecundación in vitro o lo que fuera necesario.  Digo decidí, porque la verdad es que Arturo me seguía la cuerda, como mujer insana en la que me convertí, con el ánimo de evitar conflictos conyugales.

Basto que pusiera mi mente en otro tema, digamos, organizar compulsivamente el viaje a Europa, para que de manera repentina quedara embarazada y por tanto postergado el paseíto por Europa.  Jugarretas del estrés.

¡Todo el proceso del embarazo, lo contaré en otro momento, porque tengo muchas anécdotas!

Lo que puedo decir para concluir es que resultó que el embarazo me generó fertilidad espontánea y con Lara, pensando que el proceso tardaría como con Miranda, le achuntamos a la primera.  Esa vez en la que te liberas del análisis de las consecuencias de tener un segundo bebé tan cerca al primero. 

El resultado es una diferencia de 1 año y 4 meses entre las dos.  ¡Tener que comentar en el trabajo tan solo dos meses después de haberme reincorporado del post natal que estaba embarazada de nuevo, me daba vergüenza!  Estaba tan en la luna sobre la posibilidad de estar embarazada que cuando empecé a vomitar me fui a la clínica y me inyectaron ranitidina y resultó que era mi Larita! 

Pero para no asustar a las futuras madres debo decir que fue lo mejor que nos pasó.  Hoy tenemos hijas amigas, muy cercanas en edad y por tanto en intereses, que se acompañan y que nos hacen cerrar etapas en bloque.

Nada como la experiencia de la maternidad...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Los chocolates

Las mujeres mantenemos una relación tormentosa con los chocolates. 

A diferencia de las relaciones con los hombres, que, en teoría mejoran con la madurez, la relación con los chocolates se mantiene firme en estos vaivenes de amor y odio que se presentan según el humor en que una se encuentre.

Pero esto no es culpa nuestra nada mas.  El chocolate es una droga.  Uno empieza a comer un poco de chocolate y es difícil frenarte.  Tienes que alejarlo de ti para evitar comerlo entero o devorar todos los bombones que apetitosos y ordenados son parte de una bella caja.  Todo alrededor del chocolate está hecho y presentado para causarnos adicción.  Como uno, mujer débil al fin y al cabo, puede resistirse a sus encantos!

Digo con firmeza que es mas fácil resistirse a un hombre que a unos buenos chocolates.  Al fin y al cabo, dicen que los chocolates tienen efectos afrodisíacos y que el placer que causan cuando suavemente se derriten en la boca, produciendo una mezcla maravillosa de sabores, es asimilable al placer que se atraviesa en un orgasmo.  Con esa lógica, una buena manera de alargar el periodo de virginidad de las chicas modernas de hoy en día es pues atiborrándolas de chocolates, así no las privamos del placer pero las mantenemos íntegras en espera del hombre de su vida.  Puede ser una buena medida anticonceptiva.  No sé como ningún gobierno la ha promovido.

Pero siempre hay un lado malo en todo.  Nada es perfecto.  Así como el placer del orgasmo puede llevarte a asumir responsabilidades para las que no estás necesariamente preparada.  El placer del chocolate te puede llevar a asumir ciertos kilos de más en tu cuerpo, para los cuales una tampoco está preparada.  Pero lo peor puede ser que te produzcan granos.  Eso si que es terrible.  Y puede significar un divorcio penoso y desagradable con tan virtuoso producto.  Pero es que ¡en la cara no!.  Los kilitos los disimulas de alguna forma vistiéndote de negro.  Pero andar con un grano gigante y brilloso en la cara, de tal tamaño que parece que hasta tiene plaza de armas, es inaceptable.


Si estás deprimida también funciona muy bien.  Por esos mágicos poderes que posee el chocolate, no sé que reacción química producirá en nuestros organismos que nos devuelve de inmediato la felicidad.  Pero tengamos cuidado.  Si estamos gorditas, quizás es mejor idea recurrir al vibrador.  Producirá el mismo efecto y mas allá de pagar un poquito mas de luz, no pasará nada.

También el chocolate es muy buen remedio para el mal humor.  Te endulza, te hace olvidar, te hace pensar que todo está bien y maravilloso.  Hasta que bajas de la nube y te das cuenta que te tragaste la caja entera, y entonces el mal humor surge de nuevo al pensar en la falta de control que uno tiene y los kilos de más que en un dos por tres se acaban de sumar a tan orondo cuerpo.

¿Se dan cuenta?  Llego pues a la conclusión que tanto los chocolates como los hombres nos generan los mismos efectos en nuestra vida:  placer, mal humor y buen humor, quitan la pena o la generan.  En fin, debemos ser sabias queridas amigas para saber elegir en la oportunidad precisa, un hombre o un chocolate.

Saludos y me voy por un Ferrero Rocher!

domingo, 6 de noviembre de 2011

Los Runners...

Como viene sucediendo hace un tiempo ya, estoy presente en muchas de las maratones, 10k, medias maratones y sucedáneas, que se presentan en esta ciudad de Lima.  Pero no como debería ser, participando, corriendo y sudando la gota gorda.  No.  En realidad participo parada con mis hijas en alguna parte de la ruta para darle ánimos a mi esposito querido que corre con pasión.

Para una No Deportista como yo resulta toda una experiencia el vivir esta dinámica de los runners de manera tangencial.  Mi esposo, que normalmente no evidencia sus emociones, cada vez que va a salir a correr en una de estas carreras tiene una sonrisa envidiable! le notas como la alegría la brota de los poros.  Como se prepara para el momento, como toma sus vitaminas, como come su pasta el día anterior y se duerme temprano. 

Nosotras pues no podemos sino celebrar ese entusiasmo (dicho sea de paso aprovechando y promoviendo al máximo los momentos en que expresa sus emociones) así que las 3 cambiadas muy temprano y preparadas para apostarnos en alguna esquina y verlo pasar, pegar de gritos y decirle que lo amamos.

Hoy la carrera estuvo mas divertida que nunca.  Primero que pasó por la esquina de mi casa, con lo cual no tuve que movilizarme tan temprano ni encontrar rutas alternas donde pudiera estacionar el carro y ver pacientemente a la gente corriendo.  Esta vez solo salimos a la calle y ahí estábamos.  Segundo, los espacios creados a lo largo de la ruta con música en vivo, me parecen simplemente espectaculares.  No sé que dirán los corredores.  Pero para nosotros esperando es sumamente divertido.  Hoy teníamos una banda de rock espectacular aquí en la Av. La Paz, con música buenísima! que yo conocía y que podía cantar.  Así que ahí estábamos todas bailando y cantando mientras esperábamos a los primeros runners.

El ambiente de los runners también me parece fabuloso.  Vi pasar a unos chicos (no tan chicos) con pañalones.  Varios con pelucas diversas, binchas con cuernos de diablitas, Minnie Mouse, el Zorro con todo y capa también pasó corriendo, algo parecido a un ekeko con chaleco y chullo, dos chicas con pelucas de colores y medias de rallas hasta la rodilla muy divertidas ellas, hasta un gorila todo peludo, que no quiero imaginarme como olerá cuando se quite el disfraz.   Corrían personas con perros grandes y chicos, mamás y papás con sus bebés en coches.  Altos, bajos, flacos y gordos.  Algunos muy gorditos.  Corriendo con frenesí, esforzándose al máximo para lograr su propósito:  Llegar. 

Y la verdad, me dio una sana envidia.  Pues me gustaría mucho ser parte de ese grupo entusiasta de gente que corre con pasión.  Me fascinaría poder compartir ese espacio que tanta felicidad le significa a mi esposo.  Me encantaría.  Pero honestamente, no me siento capaz.  Nunca me gustó correr.  Ni siquiera en el colegio corrí la milla o el Test de Cooper.  Siempre encontré una excusa válida para evadir andar corriendo.  Lo odiaba.  Y ahora, creo que mirar todo este espectáculo y esta algarabía es lo que me gusta.  La veletería y no el deporte en sí. 

En conclusión... creo que mi esposo y yo mantendremos nuestros espacios separados.  El con sus carreras y yo con mis libros.  Yo lo veo pasar y lo espero con agua y él me acompaña a comprar mis libros.

Espero sinceramente que mis hijas hayan heredado los atributos deportivos de su padre y no de su desastrosa madre.

martes, 1 de noviembre de 2011

No soporto mas el caso de Ciro Castillo...

Con todo respeto por la familia y por el difunto y a riesgo de herir sensibilidades de gente que se ha identificado con el caso... NO SOPORTO LEER NADA MAS DE CIRO CASTILLO.  Así de simple.  No puedo mas. 

La exposición mediática que ha tenido este caso, me resulta un irrespeto para los miles de muertos inocentes del país, aquellas víctimas de un accidente provocado por un irresponsable, aquellos envenenados por alimentos repartidos por el Pronaa, aquellos que son vejados por su propia familia o atropellados por un borracho. 

Me dirán que todos estos casos siempre son tratados por la prensa  Y no va a ser.  Con los policiales negros que tenemos por noticieros cada noche.  Por supuesto que lo tratan.  Nos ponen la foto mas  sórdida de los muertitos.  Nos exhiben a los familiares en llantos desgarrados.  Y por supuesto mas se preocupan de derrumbar políticamente al supuesto culpable que realmente se repare a las familias perjudicadas.

Lo vivido en el caso Ciro Castillo no tiene precedente alguno, desde mi punto de vista.  Y la verdad, lo único positivo que puedo sacar de esta historia es la fuerza de voluntad y el amor de padre del señor Ciro Castillo.  Esa terquedad y ese empeño que lo llevo a caminar miles de veces la zona con el afán de lograr encontrar a su hijo.  Supongo que eso es lo que lleva a la gente a identificarse con el caso.  Esa fortaleza de hombre que es el padre.

Miles de personas en un entierro de un pata que no conocen.  Lágrimas. Flores lanzadas al paso.  Carteles de Ciro Justicia y por ahí algún grito de San Ciro.  Simplemente me lleva a pensar lo extremo ridículos que somos.  Vamos por favor.  Perdemos perspectiva de la realidad.  Lo cierto es que estamos ante el caso de un chico que por su irresponsabilidad perdió la vida.  Por irse de paseo con la enamoradita, por creerse super hombre, por pensar que no necesita ayuda, se perdió en una zona terriblemente agresiva para el hombre y pues se murió.  ¿Alguien me puede decir que tiene de piadoso lo que sucedió? ¿Qué hizo este chico aparte de causar tanto dolor a su familia para que sea venerado de esa forma?  La verdad no entiendo.

Y llega a tanto extremo mi fastidio con el tema, que hasta me ha empezado a dar mucha pena Rosario Ponce.  Pobre chica.  La cara de loca y su poca inteligencia para manejar la situación le ha arruinado la vida.  Ha podido ser una diva.  Ha podido postular a congresista.  Ha podido ser invitada por Gisella a bailar en su show.  Todas las oportunidades perdidas sólo por no usar bien la cabeza.  No me van a decir que si ella no se hubiera echado a llorar desgarrada, no hubiera declarado a la prensa entre lágrimas y jalones de pelo lo desdichada que se siente por no encontrar a Ciro, si hubiera gritado a los cuatro vientos cuanto ama a Ciro, si hubiera llamado por teléfono a diario al padre y a la madre de Ciro.  Otra sería la historia.  El Perú entero la querría.  Todos estarían identificados con ella y su  vida hoy sería otra.

No me vayan a decir insensible.  Repito que admiro mucho a ese padre.  Que la sencillez y unión de la familia Castillo merece mi respeto.  Que la Rosario Ponce tiene cara de loca.  Todas esas son mis opiniones.  Pero sobre todo creo que debemos dejar que esas dos familias vivan tranquilas.  Puedan retomar en la medida de lo posible y con todas las heridas que hoy tienen, el hilo de su vida.  Pueden tratar de regresar a ser seres normales.  Basta de perseguirlos, basta de entrevistas, basta de especulaciones.  No quiero saber mas.

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