jueves, 23 de agosto de 2012

El pueblo de Sauce y el MRTA: Una Historia Verdadera

Visité la Laguna Azul, en el pueblo de Sauce, departamento de San Martín, a solo una hora y media de Tarapoto, después de muchos años, pues estuve antes en el mismo lugar e incluso en el mismo hotel en el año 1985.  Hoy se respira una paz y una tranquilidad impresionante.  Difícil de creer todo lo que ha vivido y sufrido este pueblo.

Marianito Prado fue empresario pionero en poner un hotel al borde de la laguna y lo siguieron los Hernández, dueños del Sauce Resort, donde nos hospedamos.  El lugar prometía un incremento considerable del turismo, pero la combinación explosiva del MRTA con los narcos echaron a tierra los sueños de estos empresarios así como el de muchos saucinos.

Empezaré por el principio.



Los habitantes de Sauce, en su mayoría campesinos, vivían de la siembra del maiz y del frejol.  El poder colocar sus productos era una ardua tarea, considerando que no habían carreteras, por lo que trasladaban su cosecha en caballos, atravesando abismos en los que generalmente perdían cuando menos un par de sus caballos.  Así llegaban hasta el cruce con el río Huallaga donde vendían sus productos.  Un día llegaron al pueblo unos colombianos trayendo consigo unas hojitas muy fáciles de sembrar y cosechar y que, por supuesto, pagaban al menos 100 veces mas que el maiz.  Los mas intrépidos cambiaron de inmediato su maiz por la coca y empezaron a sembrarla con cierto disimulo pues de cuando en cuando llegaban policías que se llevaban preso a Tarapoto a todo aquel que estuviera sembrando coca.  Poco a poco el pueblo entero cambió sus cultivos y la policía se volvió parte de la cadena productiva, pasando por Sauce cada quince días para cobrar su parte.  Los colombianos abrieron caminos, trajeron maquinarias, construyeron carreteras y por supuesto un aeropuerto de acceso directo a la ciudad.  El pueblo próspero e ilegal vivía en su gloria hasta que llegó el MRTA.



El MRTA empezó extorsionando a los empresarios hoteleros, quienes en 1988 se vieron obligados a abandonar sus propiedades y escapar de aquel peligroso lugar.  El MRTA encontró en el hotel El Sauce Resort, su base.  Al principio las balaceras y matanzas entre narcos y "Tupachos" era frecuente.  Me cuenta Eber, un trabajador del hotel, que los muertos eran pan de cada día y los gallinazos se encargaban de enseñarle la locación de cada nuevo cadáver.  Hasta que decidieron unirse, terrucos y narcos, hicieron una alianza estratégica por la cual intercambiaban seguridad por recursos financieros.  Para ese entonces la presencia del Estado y la policía era nula.  El Sauce ya había sido declarada zona roja y los Tupachos dominaban el pueblo y obligaban a la gente a formar parte de sus huestes, teniendo como alternativa la muerte.  Hipólito, otro simpático guía del hotel, me contó que a los 12 años aprendió a usar un fusil.  Los Tupachos aterrorizaban a la población saucina robándoles su libertad y sus sueños de un futuro mejor.

Un 7 de febrero de 1992 me encontraba yo en mi trivial realidad limeña, celebrando mis 22 añitos, almorzando con un galán en el restaurante Rosa Náutica.  Los mozos del restaurante me cantaban el "happy birthday" haciendo sonar tapas de ollas y cucharas.  A cientos de kilómetros de Lima, el pueblo del Sauce amanecía con una visión diferente.  Eber cuenta que salía de su casa a las 4 y 30 a.m. y vio una tropa de 20 soldados en la plaza de Sauce muy bien formados en la plaza.  Habían llegado caminando desde Tarapoto, con varias pérdidas en el camino y habían entrado al pueblo nadando por la laguna para no hacer bulla ni aspavientos.  Esta tropa de avanzada de valientes soldados esperaba su refuerzo que no llegaba, pero para no perder el momentum, atacó la base del MRTA por sorpresa. Solos, bravíos, 20 soldados contra 300 Tupachos. Se desató una guerra.  Las balas iban y venían por el pueblo, la tropa fue reforzada por 20 soldados mas que bajaron de las montañas.  Los civiles aterrados se escondían en sus propios silos.  La misión del ejército era empujar a los terroristas a una zona lejos de la población civil.  Cumplido este cometido, un helicóptero apareció por el aire y bombardeó la zona.  Había triunfado el ejército.  ¿Conoce usted el color del ketchup señora Claudia? -me dijo Eber- de ese color terminó el pueblo ese día.  Todas sus calles regadas de sangres.

Tres días después, el 10 de febrero de 1992 llegó el Presidente Alberto Fujimori al pueblo de Sauce.  El pueblo lo amó.  Para ellos Fujimori les devolvió la paz y la posibilidad de pensar en un futuro libre.  En una emotiva ceremonia en la plaza del pueblo, el prefecto, dueño de muchas tierras, le regaló un terreno al borde de la Laguna Azul a Fujimori, quien construyó su cabaña.  Iba con frecuencia a desconectarse y pescar.  Esa propiedad hoy está embargada por el Estado.

Luego llegó la DEA que, con sus aviones, esparcieron sustancias que erradicaron los cultivos de coca y dejaron eriazos algunas zonas de cultivo del pueblo.  Darío, otro guía del hotel, me contó que trajeron tecnólogos que les enseñaron a sembrar y cosechar café y cacao.  Hoy ésta es una de las actividades principales del pueblo.

En el año 2009 el Sauce Resort abrió nuevamente sus puertas, remozado y lleno de vida.  Darío y Eber trabajaron duramente en su recuperación.  La Laguna Azul, el hotel de Marianito Prado fue vendido, él no tuvo la posibilidad de volver a ver el lugar que tanto amó.  Hoy es el Sirena Lodge.  Además se está terminando de construir un nuevo hotel en la zona.



Esta historia me caló profundamente.  No sólo es impresionante escuchar de primera fuente una realidad que nos ha sido a los limeños tan lejana.  Me sentí pequeña, me sentí trivial.  Sentí que no sé nada del país que tanto amo.  Sentí una sensación de culpabilidad muy fuerte.  Y me impresionó la fortaleza de esta gente, quienes a pesar de la terrorífica historia vivida no han perdido la capacidad de sonreir.  Una sonrisa franca, sana.  Una amabilidad y calidez impresionante.  Eso fue lo mas rico de este viaje.



Corolario: El 17 de febrero de 1992, 10 días después de la "guerra" nació el primer hijo de Eber.  Se llama Kenji.













11 comentarios:

  1. Muy interesante la historia, muy gráfica y reveladora... realmente uno vive en la tranquilidad, paz y comodidades de la ciudad, mientras que a pocos kilometros de nosotros se vive otra historia... Gracias a Dios apareció Fujimori...

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  2. Así es Walter Luis, la sensación de escuchar este relato de primera fuente es impresionante.

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  3. Siempre he sentido que los limeños decimos que el terrorismo fue terrible, pero lo que pasamos acá no es nada comparado con lo que pasaron los peruanos en provincias. Son historias que tal vez nos suenen lejanas, pero si nos tomamos el tiempo de escuchar a tantos que nos rodean, vemos que la vida es más que lo que bien llamas nuestra "trivial realidad limeña". El MRTA también entró a Yurimaguas, también quemó y destrozó el trabajo de años de muchas personas. Y ahora resulta que los que se enfrentaron con esa lacra deben afrontar denuncias de los defensores de los derechos humanos. ¿Dónde estaban esos defensores cuando las personas de Sauce, Yurimaguas y tantos otros más sufrían el terror?

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    1. Exactamente Gaby. La verdad es que no entiendo este mundo.

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  4. hola Claudia, acabo de regresar del Sauce , converce con Dario y hablamos de la epoca que todo era zona roja , de marianito prado tambien , que pena por todo lo que vivieron en medio de los narcos y terrucos, gente linda la del sauce , todo me dejo la misma sensacion que a ti , mis saludos SANDRA BALLETTA

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  5. Hay algo que no entiendo. Fujimori recien es presidente desde el año 1990

    Como pudo haber llegado en el año 1988?? o acaso fue Alan García?? o el año 1988 no es correcto?

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    1. Si revisas bien refiero el año 1992 como el que llega Fujimori. En el año 1988 estaban en la crisis de violencia espantosa

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    2. Hola Claudia, creo que el comentario va por la frase "Tres días después, el 10 de febrero de 1988 llegó el Presidente Alberto Fujimori al pueblo de Sauce." De la lectura del relato, cumpliste 22 en el 92, ese día El Sauce tambien se llenó de sangre. Luego continuas con la frase citada arriba, no logro encontrar coherencia temporal tampoco, mas aun conociendo que en el 88' el SR. Fujimori no era presidente.

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  6. Acabo de volver del sauce esta tarde. Me alojé en una linda casa también al frente también frente a la laguna azul durante cinco días. Los días fueron hermosos. De todos los viajes que hice y los lugares que visité, éste es uno de mis favoritos. Pero realmente me siento muy triste de no haber averiguado más sobre lo que pasó en ese pueblo durante el terrorismo. Alguien me mencionó que mucha gente que ahora vive ahí, compró esos terrenos y casas muy baratos durante el terrorismo porque los dueños no querían quedarse ahí más. Pero no pregunté más. Seguramente no me impresionó mucho, nací en el 87 entonces cuando todo esto pasaba yo era muy pequeña como para recordarlo. Me relajé todos esos días en la laguna y ahora en mi primera noche en Lima luego del viaje acabo de tener la peor pesadilla sobre ese lugar, la gente siendo golpeada y maltratada y todos tenían mucho miedo y yo era uno de ellos. No puedo ni imaginar el miedo que debe haber sentido la gente que ha vivido eso, miedo de que le hagan daño a su familia que tanto aman, coraje para poder defenderlos. Regresaré pronto pero esta vez quiero conectarme con su historia. La gente ahí es muy amable y jovial, siempre dispuestas a ayudarte. Realmente admiro a un pueblo que sobrevive de un golpe tan fuerte como el del terrorismo y recupera sus esperanzas y vuelve a ser feliz.

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  7. no todo lo que se cuenta es tan real. la poblacion de aquel entonces vivia aislada del mundo ni siquiera habia carretera
    . y muchos apoyaron y creyeron que en el MRTA como salir del atrazo y el olvido de los gobiernos de turno de esos tiempos

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  8. Estoy en el Sauce Resort y Eber me ha contado la historia que escribes, en realidad muy ejemplizadora para todos los "urbanos" que vivimos en Lima y que rapidamente olvidamos lo que paso en el Peru.

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