Es increible como pasan los años y siguen apareciendo gadgets electrónicos por millares, descubrimientos científicos impresionantes pero no logramos dar con una cura cierta contra el cáncer.
Hablar de esta enfermedad puede resultar un tema muy trillado pero a riesgo de aburrirlos, siento la necesidad de hacerlo por las circunstancias en las que se encuentra mi entorno cercano y bueno pues, finalmente lo que me motivó a abrir este blog es tener un espacio donde vaciar todas aquellas historias, palabras e ideas enrevesadas que siempre pasan por mi mente. Este blog ha cumplido su fin. Me sirve como fuente de relax. Cuento cosas graciosas, comparto anécdotas, historias del pasado y del presente y por supuesto, alguna vez toca compartir mis tristezas y mis temores.
Soy parte de una familia, por el lado materno, con un historial de cáncer muy grande. Mi mamama murió de cáncer al pulmón cuando yo tenía tan solo 8 años, no tuve mucho tiempo para disfrutar de ella, y siempre pienso que hubiera sido muy bonito tener a una viejita hermosa, como recuerdo a mi mamama, en una edad en la que sea capaz de apreciar sus canas y pasar tiempo con ella, pero no se dio. El cáncer también me quitó a mi prima preferida, Chichi, cuando ambas teníamos 15 años. Chichi me llevaba tan solo 7 meses. Eramos íntimas. Era la hermana que yo no tenía. Pero se fue muy rápido, bruscamente, con un cáncer muy severo que afectó su cerebro y que se la llevó pese a todos los esfuerzos que hicimos, cadenas de oraciones y demás. Mi tía Tere quedó sola con Gustavo, mi primo. Pero este cruel interventor en mi familia no se quedó tranquilo. Muchos años después apareció de nuevo, de manera repentina, metipendose trágicamente en el cuerpo de mi tía Tere, sin que tuviéramos espacio de maniobra, y se la llevó... Gus tenía 22 años aproximadamente y yo 21. Me quedé sin prima y sin tía y Gus se llevó la peor parte pues se quedó sin hermana y sin mamá. Se mudó a mi casa y desde esa oportunidad estrechamos nuestros lazos familiares y de amistad y nos volvimos hermanos.
Pasaron muchos años en que el cáncer nos dejó tranquilos cuando en un momento en que me encontraba en la cúspide de mi felicidad con la llegada de Miranda a nuestras vidas, la vil enfermedad quiso opacar nuestra alegría metiéndose en el cuerpo de mi tía Pocha. Y los primeros meses de vida de mi hija, coincidieron con los meses de lucha de mi tía Pocha. Gracias a Dios lo venció y tuvimos a mi tía de vuelta, disfrutando de mis hijas y disfrutando nosotras de ella.
Un episodio un poco misterioso ocurrió también con mi tía Hilda, que vive lejos en Carolina del Sur, y nunca me quedó claro, porque nunca hablaron claro, si tuvo o no un tropezón con el cáncer. Parece que sí. Pero lo bueno es que ella está muy bien entre nosotros.
Y ahora... esta desgraciada enfermedad se vuelve a insmicuir en nosotros atacando nuevamente a mi tía Pocha. El Doctor nos ha dicho que no hay de que preocuparse. Que el tumorcito está ubicado en un lugar donde no afecta ningún órgano y que con una operación lo extirparán y quedará como nueva. Por supuesto creo en el Doctor y confío en que así será, porque necesitamos tía Pocha para rato. La operan este sábado y estoy convencida que todo saldrá bien.
No he relatado aquí otros casos cercanos, primas de mi mami, amigo de la oficina, algún abogado conocido y querido, el papi de una amiguita del cole de Lara y así muchos otros que he vivido con mas o menos intensidad.
Estas cosas te sensibilizan frente a la vida. Sabes que un día estás y al otro no. Te cuestionas como estás viviendo tu vida y si estás teniendo como prioridad las cosas que realmente importan y llenan el alma. ¿Le estoy diciendo a mi viejita con la frecuencia debida que la quiero? ¿Estoy teniendo mas paciencia con ella? ¿ Le digo a Arturo todos los días que lo amo y lo feliz que soy a su lado? A pesar de que en algún momento mis hijas me saquen de quicio ¿las abrazo finalmente y les digo que aunque esté molesta las amo? ¿Me intereso por mis amigos de antes? ¿Conservo aquellos lazos que alguna vez fueron muy estrechos? ¿Cultivo a los amigos de ahora? ¿Los abrazo y les digo que los quiero sin avergonzarme? ¿Río, lloro, beso y abrazo con intensidad? ¿Le doy las gracias a mi Nanita por facilitarme la vida con mis hijas? ¿Les digo a mis chicos en la oficina que hacen un muy buen trabajo y que estoy muy orgullosa de ellos? ¿Llamo a mi familia con cierta constancia?
Muchas de estas preguntas las responderé con un "Sí". Otras muchas con un "No con frecuencia" y otras con un "No".
Hoy tengo esta reflexión y la comparto con ustedes. Vivamos intensamente cada minuto de mi vida.
Los quiero mucho amigos.
hermoso...emotivo...tengo que luchar al lado de mi mamá y apoyarla.... no se lo deseo a nadie...es la peor prueba que DIOS nos pone.... nadie es perfecto...pero considero que doy lo mejor de mi a mis seres más amados... doy calidad de mi vida y de mi tiempo....disfrutandolo... es la escencia de la vida...dar lo mas valioso, no lo que sobra... asi uno se siente íntegro, satisfecho y feliz.... amo a mis padres con todas las fuerzas de mi vida... nada ni nadie lo cambiará.... te amo prima linda..
ResponderEliminarPucha, si me pongo a contar mis experiencias con esta enfermedad me faltarán pañuelos. Por eso, solamente quiero decir que espero que tu tía Pocha vuelva a ganar la batalla. Mis cariños para ella y para toda tu familia.
ResponderEliminarTambien tengo algún caso que contar pero me parece que no se trata de eso.
ResponderEliminarEspero que tu tía se ponga bien, que le vuelva a ganar la batalla a ese vil enemigo. Un abrazo para ti y tu familia.
Gracias Gaby y Chelo por comentar. La operación fue el sábado y gracias a Dios salió todo bien. El Doctor nos da muy buenas referencias sobre su futuro. Walter Luis primito lindo te quiero mucho.
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