Tengo miedo. Tengo miedo de regresar a épocas oscuras de terror y de escasez que viví sin entenderlas del todo. Tengo miedo de quedar atrapada en las fauces de un tirano opresor que sienta que mi país es sólo suyo y que comprará voluntades y hará creer a la población que todo lo que hace es por el bien de todos. Tengo miedo de no poder decir lo que pienso, de no poder escuchar en la radio y televisión pluralidad de opiniones y aplaudir a los que coinciden conmigo y renegar de los que difieren de mi forma de pensar. Tengo miedo de volver a ser el país que sale en la prensa internacional sólo a través de malas noticias. Tengo miedo de ser el país que nadie quiere visitar y de cuyo gobernante el mundo se ríe.
Quiero soñar que mis temores son infundados. Quiero pensar que mis hijas no pasarán por lo que yo pasé en mi niñez y adolescencia y que las podré mantener a salvo de todo lo malo. Quiero pensar que mi país no puede retroceder porque ya es muy grande, que no puede dar un paso atrás que sólo es capaz de dar pasos para adelante. Que su gobernante lo guiará por el camino del éxito y no se copiará de monos extranjeros que manejan su país como su patio trasero. Quiero creer que todos aquellos que apostaron por la "dignidad" puedan seguir sintiéndose dignos de quien nos gobernará. Quiero creer que yo soy la equivocada.
Ayer mi hija de 6 años se puso a llorar con los resultados. Una niña que absorbió tensiones pese a que traté de mantenerla en una burbuja. Lloró copiosamente mi reina ¡como si entendiera que pasaba! la consolé explicándole que no pasaba nada, que eran preocupaciones de grandes no de niños, que el futuro presidente también tiene hijas y las quiere como nosotros a ella y que no es un hombre malo. Esas ideas que le nacieron en su cabecita sin que (¡lo juro!) yo las haya propiciado.
Por ello y por mi otra hija, tienen mi compromiso. Saldré a las calles a protestar si él se sale de su cauce, se sale de la legalidad, si manipula a la gente, si compra conciencias, si restringe libertades... espero que aquellos que votaron por él, sean los primeros en hacerlo...
(Nota de la autora: Si se me nota muy trágica cuando generalmente soy optimista es precisamente porque es el día después de ayer y porque estoy con la ruler... probablemente me sienta mejor después)
Creo que ese es el miedo que en esta oportunidad nos ayudarà a reaccionar... Al recibir la noticia està manana me entristecì porque imaginé a todo mi paìs sumergido de preocupaciones y temores, consecuencia de todas las malas experiencias vividas. Claudita por suerte, no obstante todo, tenemos siempre un motivo por el cual luchar y seguir siendo optimistas! ;)
ResponderEliminarTal vez ese sacudón sea lo que el Perú necesita para darse cuenta de muchas cosas. No estoy contenta con el resultado, no hubiera estado contenta con el otro resultado tampoco.
ResponderEliminarLo que si me alegra es que POR FIN se acabó esta interminable elección porque desde hace más de un año vivía HARTA de las encuestas.
Yo también tengo miedo, miedo por el trabajo y negocios de mis hijos, mi nieta de 8 años, se puso muy triste, ella sabe de política como un adulto, me decia, ¿por qué no pensaron antes de votar?
ResponderEliminarMuy bueno tu post, yo he puesto un comentario en facebook.
Te invito a visitar el blog seisdeenero, ha escrito un post hoy lunes, sobre lo mismo.
Cariños,
María del Carmen
Espero que tengais suerte y que vuestros miedos no se hagan realidad. Un beso desde España
ResponderEliminarGracias a todas por sus comentarios. Efectivamente, he amanecido mejor que ayer y espero que así sea cada día y que las cosas tomen un cauce en el que sintamos tranquilidad. Y sobre todo que este nuevo gobierno se preocupe por la inclusión social, que es el gran tema dejado de lado y que nos ha llevado a un resultado como éste.
ResponderEliminarComo diría Hurtado Miller... que Dios nos proteja...
PD: durante ocho años, el país más poderoso del mundo tuvo un presidente del que todos se reían. ¿Te acuerdas de los 'bushisms'? Para que veas que en todas partes se cuecen habas.
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