Siempre tengo la sensación de que el día de Navidad se nos pasa demasiado rápido. Y claro, nos pasamos un mes entero, sino mas, prepárandonos en mil aspectos para esa fecha, para que llegue el día, tengas la tan esperada cena navideña y en un pestañear de ojos, haya terminado todo.
Además sucede que la Navidad termina centrándose en los regalos recibidos, en lugar de ensalzar el verdadero espíritu de la fecha. Es cierto que no soy muy religiosa y de hecho no voy a Misa de Gallos. Pero incluso quitándole el tema religioso a la fecha, siento intensamente que se trata de una fecha familiar, donde debemos procurar reunir a la familia y compartir un momento entre nosotros. Momento que a veces por distintas circunstancias de la vida termina siendo muy breve. Momento que dificílmente podemos lograr tener todos a la misma vez. Por eso siento que personalmente para mi la Navidad es una fecha importante.
Este año además de la cena de Noche Buena en casa de mi cuñada, tuvimos la tradicional reunión navideña en casa de mi mami el 25 de diciembre, que a lo largo del tiempo fue mutando y pasó de ser almuerzo a lonche, básicamente por el hecho de que los años para mi mami van pasando y le cuesta mucho trabajo prepararse para un almuerzo. El lonche ha facilitado mantener el momento sin tanto esfuerzo de trabajo (aunque claro igual mi mami se esfuerza preparando pan, chocolates y galletas).
Sin embargo este año dos de mis primos, a quienes quiero mucho aunque veo poco, simplemente no fueron. Uno de ellos no va por el segundo año consecutivo. El otro intercalado. Sin ninguna explicación. Y aún cuando no soy de reclamar y acostumbro aceptar a la gente que me rodea tal y como es sin hacerme problemas, debo decirles esta vez, primos queridos, que me han hecho falta. Me ha dolido sentir que no puedo recibir de ustedes un mínimo esfuerzo de un par de horas una vez al año para poder compartir con la familia. Sé que comparten y de muy cerca con sus padres. Pero nosotros somos también tu familia. Y nos hace falta sentirlos cerca. Me preocupa mucho que cada vez los siento mas lejos, me preocupa mucho que el día que nuestros padres no estén con nosotros, ustedes terminen siendo unos perfectos extraños. Me preocupa mucho porque los quiero y porqué sé que ustedes me quieren. Pero no se están deteniendo a pensar en lo significativo que puede ser un pequeño gesto como éste. Nunca les he hecho un reclamo. Hoy en mi calidad de prima mayor aquí en el Perú, me siento en la necesidad y me siento con el derecho de airear mi reclamo y decirles de manera pública que los quiero y los necesito, pero los siento lejos.
Regresen aquí donde siempre los estoy esperando con los brazos abiertos...
Ustedes queridos primos, a quienes les dirijo este mensaje...
Cada quien tiene sus razones, y seguro que si te las dieran las entenderías. Es peor cuando las ausencias son eternas, cuando sabes que nunca más gozarás de la compañía de alguien. Por eso, creo que hay que disfrutar al máximo a quienes tenemos al lado.
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